jueves, 1 de enero de 2009

Más vale que no tengamos que elegir entre el olvido y la memoria, entre la nieve y el sudor. Será mejor que aprendas a vivir sobre la línea divisoria que va del tendio a la pasión. No dejes que te impidan galopar ni los ladridos de los perros ni la quijada de Caín. Que no te dé el insomnio por contar las gaviotas del destierro, las amapolas de París. Te engañas si me quieres confundir esta canción desesperada no tiene orgullo ni moral se trata sólo de poder dormir sin discutir con la almohada dónde está el bien, dónde está el mal. La guerra que se acerca estallará mañana lunes por la tarde y tú en el cine sin saber quién es el malo mientras la ciudad se llena de árboles que arden y el cielo aprende a envejecer. Y sal ahí a defender el pan y tu alegría. Y sal ahí para que sepan que ESTA BOCA ES MIA.

1 comentario:

Unknown dijo...

Y te quejabas de mis anteojos con forma de corazón...



Últimamente sólo me puedo dormir si escucho una determinada canción, a oscuras.